Hoy, viernes 27 de febrero, varias unidades de policía municipal y nacional han desahuciado a nueve personas y derribado su vivienda en el barrio de Tetuán. Este desahucio y el derribo de la vivienda se han realizado de manera ilegal, pues no existe una sentencia en firme que obligue a la familia a abandonar la vivienda de su propiedad. Además, han detenido a 11 vecinas de Madrid, que siguen en dependencias policiales.
La historia de Ofelia Nieto no es nueva: la familia Gracia González vivía allí desde hace cinco décadas. Son tres unidades familiares que habitaban en viviendas independientes dentro de la misma casa, entre ellas tres menores que han estado presentes y un anciano con problemas de corazón. En virtud de un plan urbanístico aprobado en 2004, el Ayuntamiento lleva años intentando derribar la casa, el pretexto: una superficie de 5,98 m2 que se interpone en el diseño de la acera contemplada por el plan.
Sin embargo, detrás de la casa hay un solar que, en caso de ejecutarse el derribo, dejaría una amplia parcela urbanizable junto a la calle Ofelia Nieto, una zona que en los últimos años ha sufrido un fuerte proceso de remodelación. Aunque el Ayuntamiento sea el responsable de la expropiación, la parcela está catalogada como zona residencial de vivienda privada, por lo que el único beneficiario será la inmobiliaria que la adquiera. Una oportunidad perfecta para la especulación.
La familia llevaba años pleiteando sin descanso para preservar su hogar y desde hace 2 años, junto con la Asamblea de Vivienda de Tetuán y la Asamblea de Vivienda de Madrid, llevan luchando por preservar un derecho que parece básico: vivir tranquilamente en su casa.
No existía orden de desalojo judicial de la vivienda de la calle Ofelia Nieto, tal y como debería suceder en cualquier desahucio si vivieramos en un estado de derecho que mereciera tal nombre. Esta mañana la policía, sin ninguna orden que hayan querido enseñar, han desalojado por la fuerza a las familias a pesar de la resistencia no violenta de las familias y las vecinas de Madrid. Sin apenas dejarles recuperar sus pertenencias y sus recuerdos de toda una vida, el Ayuntamiento de Madrid ha derribado la vivienda, mientras en la calle la policía apaleaba a las cientos de personas que han acudido a mostrar su solidaridad con la familia Gracia González.
Desde el movimiento de vivienda de Madrid negamos rotundamente que se haya utilizado la violencia para parar el derribo de Ofelia Nieto. Ni se ha lanzado gasolina desde la azotea, ni ninguno de los titulares que tanto le gusta hacer a la prensa al servicio del régimen.
La única violencia a la que hemos asistido, como es ya habitual, es la de la policía y la de los responsables políticos.
La situación de las familias de Ofelia Nieto en estos momentos es de desamparo absoluto por parte de las instituciones públicas. Y no es un caso aislado. En la ciudad de Madrid no sólo no existe voluntad política de terminar con los desahucios, sino que los ejecuta la misma Administración y sin dar ningún tipo de alternativa habitacional.
Pedimos la libertad sin cargos de las 11 personas detenidas y pedimos que pare la brutal represión que el movimiento
#StopDesahucios está sufriendo en las últimas semanas.
Exigimos la devoución de la vivienda a la familia Gracia González y una reparación por los daños que se les han causado.
Sabemos que quieren pararnos, atemorizarnos, criminalizarnos. No lo van a conseguir. Sabemos cuáles son nuestras armas: la legitimidad de lo que hacemos, defender la vivienda digna.
No tenemos miedo. Vamos a seguir acudiendo y parando desahucios mientras sin casa y siga habiendo miles de casas sin gente.